Llevo algunos años trabajando y una vez un jefe me dijo que lo peor que puede haber en una empresa son los trabajadores que no tienen personalidad y que no son capaces de dar su opinión, y ni siquiera defender un punto de vista.
Incluso hay gente que te pueden saludar, abrazar, felicitar públicamente e incluso decirte lo extraordinario de tu pega, pero sin darte cuenta y en cualquier momento les sale desde las entrañas su verdadera razón de ser, se llenan de envidia, de rencor, de odio hacia la gente que HACE cosas y ocupan sus energías, tiempo y conversaciones en destruir.
Y saben cual es la verdadera razón de su envidia, es solamente porque no se les ocurre a ellos, o porque no tienen la capacidad de gestionar nada y siempre andan a la cochihuahua, y viven en eso, toda su vida se transforma en odiar en la oscuridad, en el anonimato.
En definitiva es un CUMA, término que no tiene nada que ver con la condición social, económica o de origen, el cuma es aquel que no respeta a los demás, que no es capaz de enfrentar nada y siempre anda con la maldad, es quien si ve al vecino con auto nuevo, no se alegra, si no que lo odia porque el es incapaz de cambiar el auto, es el tipo que se cola en fila, que se pica si no le toca el completo más grande o simplemente porque el del lado es feliz o al menos se ve más feliz que yo.
Nuestro deporte crece día a día y con nuevos pilotos, también llegan nuevos papás y apoderados, lamentablemente también llegan algunos CUMAS.
No los invito a denunciar a los cumas, porque nunca sabremos quien es, pero lo que si sé es que en Marzo y el próximo año muchas veces me va a saludar y aunque yo no sepa quien es, al menos tengo la seguridad que la palabra C U M A, le vendrá a la memoria por mucho tiempo.
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