miércoles, 22 de abril de 2009

El tiempo pasa y las cosas no cambian!!!

Amigos.

Encontré este artículo en internet, es de fines de los años 90, como ven las cosas siguen igual, nada a cambiado y nosotros no podemos quedarnos inmóviles, debemos ser verdaderos agentes de cambio.

Los invito a pensar y ver como podemos tener un mejor futuro.




LAS PENAS Y ALEGRÍAS DEL BICICROSS

Es el deporte que más campeonatos mundiales, continentales y latinoamericanos ha logrado para el país. Sin embargo, no tiene ningún tipo de ayuda económica y los medios de comunicación le dan una mínima cobertura.

A nadie le interesa nuestro deporte. Pasamos de moda?. Esa es la fría y triste realidad que fluye de los labios de un dirigente y un ex piloto, dos veces campeón mundial, al hablar sobre la poca cobertura y apoyo económico que recibe el bicicross en Chile. Y nos duele porque somos, lejos, el deporte más exitoso de este país. Tenemos más de 25 campeones mundiales y decenas y decenas de pilotos (corredores) vicecampeones mundiales, campeones continentales y sudamericanos. ¿Qué otro deporte puede contar lo mismo??, manifiesta Juan Hernández, secretario general de la Federación de Bicicross de Chile. Sin ir más lejos, en el último Campeonato Mundial disputado en Córdoba, Argentina, Rodrigo Ureta se trajo otro título mundial en la categoría 19 años. Pero, las preguntas de rigor son: ¿Alguien supo qué hizo o quién es Rodrigo Ureta? ¿Alguien le hizo una entrevista o le ofreció ayuda económica para su carrera? ?Por supuesto que no. Con suerte nos publicaron una notita muy breve en los diarios y nadie se ha acercado a ofrecer auspicio?, acota Hernández. El dirigente sabe lo que dice. En sus dieciocho años ligado a este deporte, ha vivido las dos caras de la moneda. Disfrutó como muchos de la bullante década de mediados de los ochenta y mediados de los noventa, donde el bicicross era casi tan popular como la pichanga de barrio. Y ahora enfrenta, con loable dignidad, la época de las vacas flacas que prácticamente ha hecho desaparecer del mapa a la mitad de las asociaciones regionales, a más de dos mil corredores y decenas de canchas comunales. De las diez asociaciones a lo largo del país que existían en 1986, ahora sobreviven cinco: Región Metropolitana, V, VIII, IX y X regiones; de los casi 2.500 federados que competían en los años ochenta, ahora sólo quedan 1.000; las canchas ?históricas? de Las Rejas con 5 de Abril, San Carlos de Apoquindo, Santa Rosa de Las Condes, Vizcachas, Estadio de Las Condes, Conchalí, Hermógenes Lizana de Rancagua y muchas otras, desaparecieron de la geografía. En la Región Metropolitana sólo persisten las del Estadio Nacional y San Bernardo. Si no fuera por el mínimo apoyo que reciben de la Dirección de Deportes y Recreación, Digeder ($10 millones anuales), esta actividad estaría a punto de desaparecer. ?Antes teníamos mecenas, hoy ya no existen. Además, teníamos el apoyo de la empresa privada, pero ahora no somos un deporte rentable para esas mismas empresas. Hemos golpeado muchas puertas, pero ha sido inútil?, confiesa Hernández. El mundial realizado en Chile en 1988 fue el peak de la actividad en nuestro país, pero también marcó el inicio de la debacle. Ruy Barbosa, que ganó su segundo título mundial en Chile 1988, concuerda con el dirigente de la federación. ?El bicicross dejó de ser el deporte taquillero de antes. En mi época, en cada barrio había una cancha, cada región tenía competencias internas, cada niño chico tenía una bicicross y competía los fines de semana. Eso se acabó. ¿Por qué? No sé. Yo creo que por un problema de difusión y porque ahora existen otros deportes, como el motocross o el mountainbike que son más atractivos para las empresas privadas y los periodistas?, dice. Barbosa cree que, en la actualidad, la gente anda en busca de la emoción y espectáculo del motocross, y, por otro lado, prefiere el mountainbike porque se puede practicar en familia. El tema de cobertura periodística es otro problema complicado para Barbosa. Tiene que ver más con la idiosincrasia de nuestro país que sólo se preocupa de los logros futbolísticos, tenísticos y de uno que otro deportista, como De Gavardo o Erika Olivera que destaca en el extranjero. ?Me da mucha pena y rabia a la vez que para el año en que la Sub 17 de fútbol obtuvo el tercer lugar en Japón (1993), yo tenía dos títulos mundiales en mi poder y nadie reconoció mis logros. Ellos llegaron a Chile como ídolos. Y yo como un simple ciudadano más?, afirma Barbosa. El piloto no puede entender que no se hayan tomado en cuenta los logros del bicicross entre los hitos deportivos del siglo. ?En Chile los títulos mundiales no se miden con la misma vara, no tienen la misma importancia?, enfatiza.

A PUNTA DE SOLIDARIDAD
Como ningún otro deporte, el bicicross trabaja a corto plazo. No se proyecta con trabajos que van a dar frutos en dos o cuatro años. Cada temporada, en diversas partes del mundo, se realizan un campeonato mundial, uno continental y otro latinoamericano. A simple vista, es un deporte particularmente exigente y caro. Sin embargo, la Digeder y la empresa privada no lo tienen muy claro. Todos los años, sus dirigentes ? que obviamente trabajan por amor al arte- hacen lo imposible para llevar a la mayor cantidad de niños a disputar campeonatos al exterior. El dinero que aporta la Digeder sólo alcanza para cubrir gastos básicos de administración y los pasajes de los corredores. Pero el alojamiento y la comida corren por cuenta de los padres de los niños. Sin embargo, en muchas oportunidades los dirigentes se han encontrado con la triste realidad de que algunos niños no pueden ir a competir, porque sus padres no tienen el dinero para costearles sus gastos. Juan Hernández nos cuenta lo que ha tenido que vivir con algunos niños en el extranjero: ?Muchas veces he tenido que ofrecer una botella de vino o de pisco a los conserjes de los hoteles para que dejen dormir a los niños que viajan a los campeonatos. Ellos me prestan una colchoneta y yo me tiro al suelo para que los niños puedan dormir en las camas?. Hernández cuenta que para que todos puedan comer se reparten los viáticos con los chicos que no tienen dinero. ?En el bicicross somos muy solidarios. Sabemos que nos falta la plata, por lo que nos acostumbramos a compartir?, confiesa. A pesar de la triste realidad económica, el bicicross sigue dándole a Chile campeones mundiales, continentales y latinoamericanos. ?Aunque no nos apoyen, nosotros demostramos que somos el deporte que más logros le ha dado el país. A campeonato que asistimos, volvemos con uno o dos títulos. Eso es lo más importante para nosotros. La plata es sólo un detalle?, dice un resignado Hernández.

Jorge Zapata

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