miércoles, 11 de febrero de 2009

Una lección de vida

Ayer en la tarde llegué como a las 6:15 a la pista, ya habían algunas personas, estaba Oscar Figueroa con Javiera, los tíos Zenteno y justo llegó Jorge Rojas, el tío Coca Cola.

Hace tiempo que no nos veíamos, como habitualmente ocurre si no hay carreras no nos vemos mucho, él entrena en San Joaquín y yo por todos lados.

Comenzamos nuestra conversación como siempre:

- hola Jorge, como estás?
- hola Francisco, bien y tu?

Seguimos hablando trivialidades como; ¿Y tu bici?, etc, etc, etc.

Pero siempre terminamos hablando de lo mismo, nuestros hijos. ¿Por qué vinistes sólo?, me preguntó, es que Daniel está en la playa con su mamá y tu hijo? le dije yo.

No sabis na, me respondío... acá comienza la verdadera historia.

hace unos días atrás estaba Jorge con toda su familia disfrutando de la piscina de su casa, su hijo pequeño estaba jugando y haciendo cosas intrépidas, su papá varias veces le llamó la atención por sus juegos, pero en uno de esos juegos Sebastián cae mal y comienza el drama.

Jorge enojado se acerca al Seba retándolo, a los pocos segundos se dá cuenta y en medio del reto que el accidente le produjo a su hijo la fractura del radio de su mano derecha, el bracito le quedó bastante chueco y era evidente la fractura... ufff

Raudo se fueron al hospital del profesor, Jorge me contó las habilidades del doctor, que le puso un yeso a Sebastián y mientras este se enfriaba le iba acomodando el hueso, lo que más lo impresionó fue lo aperrado del cabro chico, que si bien soltó unos lagrimones, aperró con su dolor...

En esa parte de la historia ya estaba mal, me imaginaba el dolor del Seba y más encima mi compadre lo reta.... no podisssss!!!!!!

Segunda parte

Imáginnese como estuvo el resto del día y el otro día mi amigo Jorge, mal pues, con un tremendo cargo de conciencia.

En la tarde siguiente toda la familia estaba en la mesa tomando once cuando mi amigo regula y le dice al Seba:

- Hijo, tengo que pedirte perdón porque ayer te reté y tu te habías caído, perdoname hijo... (glup)
Increíblemente el enano lo queda mirando y le dice.
- Papá, no es tu culpa fui yo el que no te hizo caso, perdóname tu. (plop, requete plop)

Cuando Jorge me contaba veía lo emocionado que estaba, sus ojos brillaron inmediatamente y la emoción de la situación que vivío lo desbordó. Quedé como pasmado cuando me contó. ¿Cómo un niño de 6 años tiene la inteligencia, la hidalgía de responderle eso a su padre, dejando de lado su orgullo y sus emociones espontáneas?, es verdaderamente una lección de vida que Jorge compartío conmigo y yo la verdad quise compartirla con ustedes, así saben porque el Seba seguro que no está en las primeras fechas del campeonato.

Saludos a todos y a cuidar a los nenes en Verano!!!!